lunes, 27 de abril de 2009

La Doctrina Religiosa y Moral sobre el Yihad

Por el Imám Ibn Taymiyah.

De "al-Siyasa al-shariya fi islah al-rai wa al-raiya".

(Gobierno de acuerdo a la Ley de Alláh en reformar ambos, el gobernante y su rebaño).

Tomado de: http://www.allaahuakbar.net/scholars/ib ... jihaad.htm

Traducido por: Musa Abdullah Reyes H.

Para: http://www.islammexico.net



Las penalidades que la Sharía ha introducido para aquellos quienes desobedecen a Alláh y sus Mensajeros son de dos clases: el castigo de aquellos quienes están bajo el balanceo (del Imám), ambos, individuales y colectivos, como ha sido mencionado antes (en el capítulo de la ley criminal); y segundamente, el castigo de los grupos recalcitrantes, tales como aquellos quienes solamente pueden ser traídos bajo el balanceo del Imám por una pela decisiva. Ello es entonces la Yihad contra los incrédulos (Kufar), los enemigos de Alláh y Su Mensajero (salaalaho alayhi wa salam). Para quienquiera que haya escuchado las convocatorias del Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam) y no ha respondido a ello, debe ser combatido “hasta que no haya persecución y la Religión sea la de Alláh enteramente” (2:193, 8:39)

Cuando Alláh mandó a su Profeta y le ordenó el convocar a la gente a Su Religión, Él no le permitió matar o combatir a nadie por esa razón antes de que el Profeta (salaalaho alayhi wa salam) emigrara a Medina. Después de eso, Él le dio a él y a los musulmanes permiso con las palabras:

“El permiso es dado para aquellos quienes fueron combatidos porque fueron dañados, seguramente Alláh es capaz de ayudarles, quienes fueron expulsados de sus habitaciones sin derecho, excepto que ellos dijeron: “Nuestro Señor es Alláh”. Si Alláh hubiera dirigido a la gente en contra de otros, hubieran sido destruidos ermitas, sinagogas, oratorios y mezquitas, donde el nombre de Alláh es mencionado en demasía. Ciertamente Alláh ayudará a quien le ayude a Él, seguramente Alláh es el Todo Poderoso, el Más Alto, quienes si Nosotros los establecemos en la tierra, llevan a cabo la oración y pagan las limosnas, y ordenan el honor y prohíben el deshonor; y a Alláh pertenece el resultado de todos los asuntos” (22:39-41).

Entonces, después de eso, Él impuso el pelear con ellos con las siguientes palabras:

“Prescrito para ustedes es el pelear, aunque sea odioso para ustedes. Aún cuando pueda suceder que ustedes odien una cosa que sea mejor para ustedes y puede suceder que ustedes amen una cosa que sea peor para ustedes. Alláh sabe y ustedes no saben” (2:216).

Él ha enfatizado esta orden y glorificado el Yihad en muchas de las Surahs medinenses. Él ha criticado a aquellos quienes fallan en participar en ello y los llamó hipócritas y enfermos en sus corazones. Alláh ha dicho:

“Di: “Si sus padres, hijos, hermanos, esposas, su clan, sus posesiones que han obtenido, el comercio que temen pueda fallar, las moradas que aman, si estos son más queridos para ustedes que Alláh, Su Mensajero y pelear en Su vía, entonces esperen a que Alláh traiga su orden. Alláh no guía a la gente impía” ” (9:24).

Y: “Los creyentes son aquellos quienes creen en Alláh y Su Mensajero, entonces no han dudado, y han peleado con sus posesiones y sus seres en la vía de Alláh; aquellos son los veraces” (49:15).

Y: “Entonces, cuando una clara Sura es enviada, y en adelante el pelear es mencionado, ves a aquellos en cuyos corazones está la enfermedad mirando como a aquel quien mira a un moribundo; pero lo mejor para ellos sería ser obedientes y las palabras honorables. Entonces cuando el asunto esté resuelto, si ellos fueran veraces con Alláh, ello sería lo mejor para ellos” (47:20-21.

Hay numerosos versos similares en el Corán e igualmente frecuente es la glorificación del Yihad y de aquellos quienes participan en ello, por ejemplo, en la Surah de las Filas (Al-Saf):

“Oh creyentes ¿Debería dirigirlos a un comercio que los salvaría de un castigo doloroso? Ustedes deberían creen en Alláh y Su Mensajero y pelea en la Vía de Alláh con sus posesiones y sus seres. Ello es mejor para ustedes, si quieren saberlo. Él les perdonará sus pecados y los admitirá en los jardines por cuyo suelo corren los ríos y para morar en los lugares buenos en el Jardín del Edén; eso es el mayor triunfo, y otras cosas que ustedes aman, la ayuda de Alláh y una victoria cercana. Den las buenas noticias a los creyentes” (61:10-13).

Y en otro lugar) Él ha dicho:

“¿Reconocerían que dar el agua a los peregrinos y el habitar de la Mezquita Sagrada es lo mismo como aquel quien cree en Alláh y en el Último Día y pelea en la vía de Alláh? Ellos no son iguales a la vista de Alláh; y Alláh no guía a la gente de los malhechores. Aquellos quienes creen y han emigrado y han luchado en la Vía de Alláh con sus posesiones y sus seres son más elevados en rango con Alláh; y estos son los triunfadores; Su Señor les da noticias de misericordia de Él y buen placer; para ellos esperan jardines donde hay bienaventuranza, ahí morarán por siempre y siempre; seguramente con Alláh está un alto pago” (9:19-21). Y:

“¡Oh creyentes aquellos de ustedes que se vuelvan de esta religión! Alláh seguramente traerá una gente que Él ama, y a quienes Lo amen. Humildes hacia los creyentes y desdeñosos hacia los incrédulos, hombres que se esfuercen en la vía de Alláh, no temiendo el reproche de alguno de los reprochadores. Esta es la bondad de Alláh; Él la da a quien Él quiera” (5:54). Y Él ha dicho:

“Esto es porque ellos no están aquejados, ni por la sed, ni la fatiga, ni vacío en la vía de Alláh, ni dan un paso irritando a los incrédulos, ni ganan ninguna ganancia de ningún enemigo, pero un hecho recto que está escrito en su cuenta: Alláh no deja que se gaste la recompensa de los bienhechores. Ni ellos expenden ninguna suma, pequeña o grande, ni atraviesan ningún valle, pero que esto está escrito en su cuenta, que Alláh los recompense lo mejor de lo que estaban haciendo” (9:120-121).

Así, Él ha mencionado (la recompensa) resultante de sus hechos y los hechos que ellos deben practicar.

La orden de participar en el Yihad y la mención de sus méritos ocurre innumerables veces en el Corán y la Sunnah. Por lo tanto es el mejor acto (religioso) voluntario que un hombre puede llevar a cabo. Todos los escolares están de acuerdo que ello es mejor que el Hayy (gran peregrinación) y la Umra (peregrinación menor), que el Salat voluntario y el ayuno voluntario, como el Corán y la Sunnah indican. El Profeta (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho: “El principal asunto es el Islam; su pilar central es el Salat y la cumbre es el Yihad”. Y él (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho: En el Paraíso hay cien grados con intervalos tan amplios como la distancia entre el cielo y la tierra. Todos estos, Alláh los ha preparado para aquellos quienes toman parte den el Yihad”. Hay unanimidad acerca de la autenticidad de esta Sunnah. Al-Bukhari ha transmitido que él (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho: “Aquel cuyos pies se han vuelto polvorientos en la Vía de Alláh (en el Yihad) Alláh lo salvará del fuego del infierno”. Y como fue relatado en Muslim, él (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho:

“Un día y una noche gastados en Ribat (quedarse en las fronteras del Islam con la intención de defender el territorio islámico contra los enemigos) son mejores que un mes gastado en ayunar y vigilias. Si él muere (en el cumplimiento de este deber); él recibirá la recompensa por sus actos y su subsistencia, y él será protegido del Ángel de la Tumba”.

Es relatado en la Sunnah que “una día gastado en Ribat en la Vía de Alláh es mejor que mil días gastados en cualquier otro lado”. Él (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho: “Dos ojos no serán tocados por el fuego: el ojo que ha llorado por el temor de Alláh y el ojo que ha gastado la noche en la vigilancia en la Vía de Alláh”. At-Tirmidhi ha dicho acerca de esta Sunnah que es buena (Hasan) en el Musnad de Ahmad Ibn Hanbal encontramos: “Una noche gastada en la vigilancia en la Vía de Alláh es mejor que mil noches y días gastados en vigilas nocturnas y ayunos”. En el Sahih Bukhari tanto como en el Sahih Muslim encontramos:

“Un hombre dijo: “Oh Mensajero de Alláh, dime de un acto que equivalga al Yihad en la Vía de Alláh”. Él (salaalaho alayhi wa salam) respondió: “Tú no serás capaz de ello”. El hombre dijo: “Dime de todos modos”. El Mensajero de Alláh dijo: “¿Puedes tú, cuando un guerrero del Yihad ha salido de expedición, ayunar sin interrupción y gastar la noche en oración continua?”. El hombre dijo: “No”. Entonces el Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam) dijo: “Entonces, esto es lo igual al Yihad”.

En la Sunnah encontramos que Muhammad (salaalaho alayhi wa salam) ha dicho: Cada comunidad tiene sus jornadas de devoción, y las jornadas de devoción de mi comunidad son el Yihad en la Vía de Alláh”.

Este es un asunto vasto, no igualado por aquellos asuntos tanto como concierne a la recompensa y el mérito de los hechos humanos. Esto es evidente sobre un examen más cercano. La (primera) razón es que el beneficio del Yihad es general, extendiéndose no solo a la persona quien participa en ello, sino también a otros; en ambos sentidos, religioso y temporal. (Segundo), el Yihad implica todas las clases de adoración, en ambas formas, interna y externa. Más que cualquier acto, ello implica amor y devoción por Alláh, Quien es Exaltado, Creemos en Él, la entrega de la vida y la propiedad de uno para Él, paciencia, ascetismo, remembranza de Alláh y todas las clases de otros actos (de adoración). Y el individuo o la comunidad que participa en ello, se encuentra a sí mismo entre dos salidas dichosas: ya sea la victoria y el triunfo o el martirio y el Paraíso. (Tercero), todas las criaturas deben vivir y morir. Ahora, es el Yihad que uno puede vivir y morir en la última felicidad, en ambos, en este mundo y en el más Allá. Abandonarlo significa perder entera o parcialmente ambas clases de felicidad. Hay gente que quiere llevar a cabo hechos religiosos y temporales llenos de dureza a pesar de su falta de beneficio; como sea que el Yihad es religiosa y temporalmente más beneficioso que cualquier otro acto lleno de dureza. Otra gente (participa en ello) con el deseo de hacer las cosas fáciles cuando la muerte los encuentre, porque la muerte de un mártir es más fácil que cualquiera de las otras formas de muerte. De hecho, es la mejor de las maneras de morir.

Desde que el estado de guerra legal es esencialmente Yihad y desde que su propósito es que la religión sea de Alláh enteramente (2:189; 8:39) y la palabra de Alláh es lo más sobresaliente (9:40), por lo tanto, de acuerdo a todos los musulmanes, aquellos quienes se opongan en la vía a este propósito deben ser combatidos. Como para aquellos quienes no pueden ofrecer resistencia o no pueden pelear, tales como las mujeres, los niños, los monjes, la gente vieja, los ciegos, los minusválidos y sus similares, ellos no deberían ser matados, a menos que ellos peleen actualmente con palabras (por propaganda) y actos (al espiar u otras formas de asistencia en el estado de guerra). Algunos (juristas) son de la opinión que todos ellos pueden ser muertos; sobre el mero hecho de que son incrédulos; pero ellos hacen una excepción para las mujeres y los niños desde que constituyen propiedad para los musulmanes. De cualquier forma, la primera opinión es la correcta; porque nosotros podemos combatir a aquellos quienes nos combaten cuando queremos obtener la victoria religiosa de Alláh. Alláh, quien es el Exaltado, ha dicho en este respecto: “Y combatan en la vía de Alláh a aquellos quienes combaten con ustedes, pero no trasgredan; Alláh no ama a los que trasgreden” (2:190). En la Sunnah es reportado del Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam):

“Que él una vez pasó por enfrente de una mujer quien había sido muerta. El Mensajero de Alláh se detuvo y dijo: “Ella no era una quien con quien hubieran combatido”. Entonces él dijo a uno (de sus Compañeros): “Ve con Khalid ibn Al-Walid y dile que no maten mujeres, niños y sirvientes”.

También es reportado en la Sunnah que él acostumbraba decir: “No maten a hombres muy viejos, ni a niños pequeños o mujeres”. La razón es que Alláh (solamente) ha permitido el derramar la sangre si ello es necesario para el bienestar de la creación. Él Ha dicho: “La persecución es más dañina que la muerte” (2:191). Esto significa que, aunque hay maldad y abominación en matar, hay una maldad más grande y una abominación mayor en la persecución de los incrédulos. Ahora, la incredulidad de aquellos quienes no obstaculizan a los musulmanes en establecer la religión de Alláh, es solamente perjudicial para ellos mismos. En el mismo sentido, los juristas han dicho que uno quien propaga innovaciones (Bidah) que son contrarias al Corán y la Sunnah debe ser castigado mucho más severamente que la persona (quien contiene tales creencias pero) que permanece en silencio. “Un error que es guardado en secreto”, dice una Sunnah, “solamente daña a la persona quien lo ha cometido; pero si ello su vuelve público y no es denunciado, ello daña a la comunidad”.

La Sharía exige el combatir a los incrédulos, pero no matar a aquellos quienes han sido capturados. Si un hombre incrédulo es tomado cautivo durante el estado de guerra o de otra forma; por ejemplo, como el resultado de un naufragio, o porque él perdió su camino, o como resultado de una trampa, entonces el jefe de estado (el Imám) puede hacer cualquier cosa que él considere apropiado: matarlo, esclavizarlo, liberarlo, o dejarlo libre a cambio de un rescate consistente, ya sea en propiedades o en gente. Este es el punto de vista de la mayoría de los juristas y ello es apoyado por el Corán y la Sunnah. Hay, de cualquier forma, algunos juristas quienes que las opciones de liberarlos o dejarlos libres a cambio de un rescate han sido abrogadas. Como para la Gente del Libro y los Zoroastristas (Mayus), ellos son para ser combatidos hasta que se vuelvan musulmanes o paguen el tributo (Yizya) y hayan sido humillados. Con respecto a los otros, los juristas difieren de la licitud de tomar tributo de ellos. La mayoría de ellos (considera) como ilegal el aceptarla de los árabes paganos.

Si un grupo rebelde, aunque pertenezca al Islam rechaza el cumplir con las órdenes claras y universalmente aceptadas, todos los musulmanes están de acuerdo en que el Yihad debe ser llevado contra ellos, en orden de que la religión sea la de Alláh enteramente. Así, Abu Bakr Al-Sidiq y otros Compañeros han combatido a aquellos quienes han rechazado pagar el Zakat. Inicialmente algunos de los Compañeros vacilaban el combatirlos, pero eventualmente todos ellos estuvieron de acuerdo. Umar Ibn Al-Khatab dijo a Abu Bakr : “¿Cómo puedes combatir a esta gente? ¿No ha dicho el Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam): “Me fue ordenado combatir a la gente hasta que ellos profesaran que no hay más dios que Alláh y que Muhammad es el Mensajero de Alláh. Si ellos dicen eso, sus vidas y propiedades serán inviolables para mí, hasta que haya alguna ley que permita tomarlas. (Por sus acciones) ellos deben rendir cuentas a Alláh”?”. Abu Bakr entonces dijo: “La obligación de pagar el Zakat es una regla. Por Alláh, si ellos rechazan el darme lo que acostumbraban dar al Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam), yo debería combatirlos por su rechazo”. Umar dijo: “Entonces yo comprendí inmediatamente que Alláh había abierto su corazón para el combate y supe que eso era lo correcto”.

Hay varios hadiths auténticos de acuerdo a las cuales el Profeta (salaalaho alayhi wa salam) había ordenado combatir a los Khariyitas. En el Sahih de Al-Bukhari tanto como en el Sahih de Muslim es reportado sobre la autoridad de Ali Ibn Abu Talib que él dijo:

“Yo he escuchado al Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam) decir: “Hacia el final del tiempo, un grupo emergerá, jóvenes de edad y simples de mentalidad, quienes hablarán las más bellas palabras, pero cuya fe no será más profunda que sus gargantas. Ellos abandonarán la religión justo como una flecha perfora y luego abandona un animal de caza. Dondequiera que los encuentren ustedes deben matarlos, desde que aquellos quienes los maten serán recompensados en el Día de la Resurrección” “.

Muslim ha reportado que Ali dijo:

“Yo he escuchado al Mensajero de Alláh (salaalaho alayhi wa salam) decir: “Un grupo de gente emergerá de entre mi comunidad quienes recitarán el Corán (muy bien). Su recitación (la de ustedes) no es nada comparada con la suya (la de ellos). Ellos recitarán el Corán creyendo que (su texto) los apoya, cuando (en realidad) los condena. Su recitación no va más profunda que sus clavículas. Ellos abandonarán la religión justo como una flecha perfora y luego abandona un animal de caza. Si el ejército que los alcance supiera cuanta abundante (recompensa) el Profeta les ha prometido, ellos dependerían de este hecho (solo y no se preocuparían acerca de otros hechos)”.

En otra versión de este hadith, transmitido sobre la autoridad de Abu Said del Profeta (salaalaho alayhi wa salam), encontramos las siguientes palabras: “Ellos combatirán a la gente de fe y dejarán a los idólatras. Si nosotros vivimos lo suficiente para encontrarlos; yo los mataría en la manera en que la tribu de Aad fue muerta”. Hay unanimidad acerca de la autenticidad de este hadith.

En otro hadith reportado por Muslim es dicho: “Mi comunidad se dividirá en dos partidos. De entre ellos emergerán herejes (Mariqa). El partido que esté más cerca de la verdad estará a cargo de matarlos”. Estoas fueron las gentes que fueron muertas por el Comandante de los Creyentes Ali, cuando la brecha entre la gente de Irak y la gente de Siria tomó lugar. Ellos fueron llamados Hururiya. El Profeta (salaalaho alayhi wa salam) ha hecho claro que ambos partidos en los cuales se ha dividido la comunidad, pertenecían a su comunidad y que los partidarios de Ali estaban más cerca de la verdad. Él incitó a combatir solamente a aquellos herejes que habían abandonado el Islam y habían dejado a la comunidad y que habían permitido el tomar las vidas y las propiedades de los otros musulmanes. Ha sido establecido sobre la autoridad del Corán, la Sunnah y el Consenso de la comunidad, que aquellos quienes se separen de la ley del Islam deben ser combatidos, aún si ellos pronuncian las dos profesiones de fe.

Los juristas están en desacuerdo acerca de la permisibilidad para combatir a grupos que abandonan un acto supererogatorio establecido (de adoración) (Sunnah Ratiba), tales como los dos Rakás (extras) de la oración del amanecer. De cualquier forma, hay unanimidad que es permitido combatir a la gente por (no observar) las obligaciones reconocidas y establecidas definida y generalmente; hasta que ellos reencarguen de llevar a cabo las oraciones explícitamente prescritas, el pagar el Zakat, el ayunar durante el mes de Ramadán, el hacer la peregrinación a Mekkah y evitar lo que es prohibido, tales como casarse con una mujer a pesar de los impedimentos legales, comer cosas impuras, actuar ilícitamente contra las vidas y las propiedades de los musulmanes y lo similar. Es obligatorio el tomar la iniciativa en combatir a esta gente, tan pronto como la convocatoria del Profeta con las razones para aquello lo cual combaten les haya alcanzado. Pero si ellos atacan primero a los musulmanes, entonces el combatirlos es aún más urgente, como hemos mencionado cuando tratamos con el combatir contra rebeldes y bandas agresivas.

El más serio tipo de Yihad obligatorio es aquel contra los incrédulos y contra aquellos quienes rechazan el soportar cierta prescripción de la Sharía, como aquellos quienes rechazan pagar Zakat, los Khariyitas y los similares. Este Yihad es obligatorio si es llevado sobre nuestra iniciativa y también si es emprendido como defensa. Si nosotros tomamos la iniciativa, es un deber colectivo, (lo cual significa que) si es cumplido por un número suficiente (de musulmanes), la obligación caduca para todos los demás y el mérito va hacia aquellos quienes lo han cumplido, justo como Alláh, el Exaltado, ha dicho:

“tales creyentes, como se sientan en casa, a menos que ellos tengan una herida, no son iguales (a aquellos quienes se esfuerzan en la Vía de Alláh con sus posesiones y sus seres). Alláh ha preferido en rango a aquellos quienes se esfuerzan en la vía de Alláh con sus posesiones y sus seres sobre aquellos quienes se sientan en casa. Aunque Alláh ha prometido la recompensa más equitativa; y Alláh ha preferido a aquellos quienes se esfuerzan sobre quienes se sientan en casa por un botín de alta compensación, en rangos delante de Él, perdón y misericordia”. (4:95-96)

Pero si el enemigo quiere atacar a los musulmanes, entonces el repelerlo se vuelve un deber para todos aquellos bajo ataque y para los otros el ayudarles. Alláh, el Exaltado, ha dicho: “Aún si ellos les piden ayuda, por la religión, es su deber ayudarles” (8:72). En el mismo camino, el Profeta (salaalaho alayhi wa salam) ha ordenado a los musulmanes el ayudar a los compañeros musulmanes. La asistencia, la cual es obligatoria para ambos, el ejército profesional regular y para los otros, debe ser dada, de acuerdo a las posibilidades de cada uno, ya sea en persona, por combatir a pie o a caballo, o a través de contribuciones financieras, ya sean pequeñas o grandes. Cuando los musulmanes fueron atacados por enemigo en el año de la Trinchera, Alláh no permitió a nadie el abandonar el Yihad; aunque Él les permitió no tomar parte en el Yihad (después de que el sitio fue levantado) en orden de perseguir al enemigo. En esa ocasión Él los dividió en dos categorías; aquellos quienes se sentaron en casa y aquellos quienes marcharon, y Él criticó a aquellos quienes estaba pidiendo al Profeta (salaalaho alayhi wa salam) por el abandono (no tomar parte en el Yihad): “(Y una parte de ellos estaban pidiendo por el abandono del Profeta) diciendo: “Nuestras casas están expuestas”; aún si no estuvieran expuestas, ellos deseaban solamente el huir” (33:13)
Así que la última (forma del Yihad) consiste en la defensa de la religión, de las cosas que son inviolables y de las vidas. Por lo tanto esto es el combate (derivado) de la necesidad. El anterior (tipo de Yihad), de cualquier forma, es voluntario el combatir en orden de propagar la religión, de hacerla triunfar y de intimidar al enemigo, tal como el caso con la expedición de Tabuk y lo similar. Ahora, esta forma de castigo (el Yihad) debe ser administrada a la gente rebelde. Como para los habitantes del territorio del Islam quienes no son rebeldes (pero rechazan el llevar los deberes religiosos) ellos deben ser forzados a llevar a cabo sus obligaciones tales como los cinco deberes fundamentales del Islam y otros como la entrega de los bienes a sus dueños y la preservación de los convenios en las relaciones sociales.